Saturday, May 20, 2006


A veces un ilustrador debe enfrentarse con textos extraños, locos o bizarros. Una interpretación literal puede destruir la realidad de un texto o acompañarla con naturalidad, haciéndola posible.
Estas arañas derviche, del libro "Las torres prohibidas" fueron un punto de inflexión dentro de la coherencia de una historia plagada de esfinges, arañas gigantes, pequeños seres devoradores de elfos, bestias oscuras y guantes con vida propia.
¿En qué momento un relato fantástico cae en el ridículo? Bueno, unas arañitas dando vueltas en pollera y turbante saltando en una habitación puede ser uno de esos límites.
La técnica elegida es determinante.
A veces uno debe detenerse un instante y pensar si el camino que tomó es el adecuado para convivir con el texto y producir en el lector el efecto deseado.
En la literatura fantástica es muy fácil caer en el ridículo, por eso el ilustrador no debe tentarse y sucumbir al deseo de agregar más irrealidad a un relato de por sí imposible.